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Fabiola Filardo
Senior Consultant

Mobility Data Space, los Desafíos para la Movilidad del Mañana

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En los últimos tiempos, se ha generado una gran expectación en el ámbito Europeo en torno al concepto de espacio de datos, un ecosistema de datos que prevé un intercambio de información descentralizado y que no contempla un nodo intermediario central. Pero, sobre todo, por el increíble potencial intrínseco que representa este tipo de ecosistema que puede traducirse en una miríada de ventajas en múltiples campos, comenzando por el desarrollo de nuevos bienes y servicios basados en datos en la Unión Europea.

Un paradigma que encuentra su mejor aplicación en la ciudad inteligente, dada la gran variedad de datos que una ciudad inteligente puede producir hoy en beneficio de la comunidad. Un espacio europeo común en el que operan la administración pública y actores privados para el intercambio seguro, eficiente y confiable de información en los sectores más cruciales como, por ejemplo, salud, manufactura, medio ambiente, finanzas, movilidad, energía, agricultura, seguridad, turismo y patrimonio cultural.

El paso evolutivo de este ecosistema toma una de sus formas ideales en el ámbito de la movilidad, manejando así la gran cantidad de datos que se producen en este sector. Desde información sobre tráfico hasta datos sobre estacionamientos, desde la iluminación urbana hasta los límites de velocidad, desde las paradas y horarios del transporte público local hasta información sobre micromovilidad, solo por citar algunos de los numerosos ejemplos concretos.

¿Qué es Mobility Data Space?

Pero demos un paso atrás: ¿de qué hablamos exactamente cuando hablamos de Data Space? Entre las definiciones más acreditadas que se han consolidado en tiempos recientes, encontramos la de Data Space Business Alliance, según la cual un espacio de datos es “un ecosistema de datos construido en torno a elementos constitutivos comúnmente aceptados, que permite una compartición efectiva y confiable de datos entre los participantes, con el propósito de crear valor”.

Más elaborada es la definición de la Comisión Europea, que ya en 2021 reconocía la necesidad de acelerar la creación de espacios de datos comunes para garantizar las mismas oportunidades de acceso e interoperabilidad de los datos a los actores implicados (organizaciones públicas, industrias, pequeñas y grandes empresas, profesionales, institutos de investigación, ciudadanos). Un espacio de datos, escribe la Comisión Europea, puede definirse como “un ecosistema federado de datos basado en políticas y reglas compartidas. Los participantes en estos espacios de datos pueden acceder a los datos de manera segura, transparente, confiable, simple y unificada. Los titulares de los datos tienen el control de quién puede tener acceso a sus datos, para qué propósito y en qué condiciones pueden ser utilizados”.

Los datos de estos ecosistemas se ponen a disposición de los participantes del ecosistema gracias a unos conectores y pueden ser utilizados de forma gratuita o mediante compensación, incluida la remuneración, según la decisión del titular de los datos.

¿De qué está compuesto exactamente un espacio de datos?

En términos prácticos, según la estrategia europea común, cada espacio de datos incluye:

➔ La implementación de herramientas y servicios de compartición de datos para la recopilación, procesamiento y compartición por parte de un número abierto de organizaciones;

➔ Estructuras de gobernanza de datos, compatibles con la normativa europea, sobre la base de las cuales se determina el derecho de acceso y tratamiento de los datos de manera transparente y equitativa;

➔ Y, finalmente, herramientas para mejorar la disponibilidad, la calidad y la interoperabilidad de los datos, tanto en contextos específicos como entre diferentes sectores.

Las ventajas de un espacio común de datos en el ámbito europeo

A la luz de la definición de espacio de datos y de sus elementos constitutivos, se entiende cómo la lógica que subyace al concepto de espacio de datos apunta a una democratización del acceso a la información útil para la colectividad y las organizaciones. Cada espacio de datos tiene una estructura horizontal y utiliza protocolos estandarizados; por lo tanto, todos los actores que participan en un determinado ecosistema de un sector específico hablan un lenguaje universal y adhieren a un sistema de tratamiento de datos perfectamente seguro.

En particular, según un análisis de la Comisión Europea, las ventajas incluyen:

• Una infraestructura segura y respetuosa de la privacidad para acceder, usar, compartir, procesar y agrupar los datos;

• Una estructura clara y práctica para el acceso y uso de los datos de manera justa, transparente, proporcionada y no discriminatoria, además de mecanismos de gobernanza de datos claros y confiables;

• El total respeto de las normas y valores europeos, en particular la protección de los datos personales, la legislación sobre protección de los consumidores y el derecho de la competencia;

• La posibilidad para los titulares de los datos de conceder el acceso o compartir determinados datos personales o no personales bajo su estricto control;

• Los datos puestos a disposición pueden ser reutilizados mediante compensación, incluida la remuneración, o gratuitamente;

• La participación de un número abierto de organizaciones y sujetos individuales.

El espacio de datos para una movilidad inteligente y sostenible

Como se anticipó al inicio de este artículo, el concepto de espacio de datos se aplica bien a la ciudad inteligente y, en particular, a la movilidad. Los transportes y la movilidad en general son un sector clave de nuestra vida cotidiana, desde el punto de vista social y económico. Piénsese, por ejemplo, en los desplazamientos para llegar al lugar de trabajo, los movimientos ordinarios para encargos personales, las visitas a familiares y amigos, los viajes por turismo o negocios.

Pero también se debe considerar el funcionamiento de las cadenas de suministro para los bienes que llegan a las estanterías de las tiendas de nuestras ciudades, o los procesos necesarios para la producción industrial. La libre circulación de personas y mercancías es una libertad fundamental de la Unión Europea y de su mercado único. Según un informe de Eur Lex, se trata del segundo área de gasto de los hogares de la UE: el sector del transporte representa el 5% del PIB de la UE y emplea directamente a unos 10 millones de trabajadores.

El Espacio Común Europeo de Datos de Movilidad (EMDS) tiene como objetivo facilitar el acceso, la puesta en común y la compartición de datos (existentes y futuros) para un transporte más eficiente, seguro, sostenible y resiliente. En una palabra: inteligente. El objetivo general es acelerar la transformación digital del sector de los transportes europeo y aprovechar al máximo las ventajas de los datos para los actores de la movilidad y de otros campos, y para la sociedad en su conjunto. La digitalización del sector y un mejor uso de los datos para todos los medios de transporte – de pasajeros y mercancías – son factores fundamentales para evolucionar en la dirección de una movilidad más segura, eficiente y accesible. A todos los actores implicados se les ofrecerán iguales oportunidades de disfrutar de un contexto ideal, gracias a la armonización de las condiciones de compartición de datos que garantiza la interoperabilidad.

Solo por mencionar algunos ejemplos prácticos, el uso del Espacio Común Europeo de Datos de Movilidad podrá ser crucial para mejorar la eficiencia del sector logístico a nivel europeo; en la implementación de sistemas MAAS que prevén acuerdos a nivel europeo o entre países individuales dentro de la UE; en apoyar a las entidades locales en el frente de los planes de movilidad urbana sostenible (SUMP); en implementar la normativa sobre el acceso vehicular urbano (UVAR); en promover el modelo multimodal transfronterizo para pasajeros y mercancías; en facilitar el acceso a los datos sobre movilidad eléctrica en la Unión Europea. Considérense además las crecientes sinergias con otros espacios de datos de sectores relacionados como, por ejemplo, la construcción, la energía, el medio ambiente o la salud que permitirán aprovechar al máximo las ventajas de la movilidad eléctrica. Aunque se debe tener en cuenta que los marcos jurídicos de referencia están en constante evolución.

De todos modos, a nivel europeo, se han emprendido o planificado diversas iniciativas para apoyar la digitalización de todas las modalidades de transporte haciendo más fácil el acceso y el intercambio de datos relativos al sector de la movilidad. Aquí algunos ejemplos:

➔ El marco para la difusión de sistemas de transporte inteligentes (ITS) apoya servicios interoperables en sectores como los viajes multimodales, el tráfico en tiempo real y los servicios de información relativos a la seguridad. Además, organiza el acceso a datos esenciales sobre transportes a través de puntos de acceso nacionales. La última actualización sobre el tema tuvo lugar en enero de este año y extiende su campo de aplicación, en particular, a los nuevos servicios de movilidad emergentes, añadiendo aspectos cruciales como la reserva y la emisión de billetes.

➔ La legislación sobre homologación de vehículos – otro ejemplo – está tratando de definir las condiciones de acceso para la información de reparación y mantenimiento por parte de proveedores terceros;

➔ Otra iniciativa de la UE es el llamado Foro de Transporte y Logística Digital (DTLF) que está compuesto por un grupo de expertos de la Comisión Europea (stakeholders públicos y privados) que se concentra en identificar un marco común para la transformación digital del sector de los transportes y la logística.

Desde 2021, la Comisión Europea financia diversos proyectos para poner a disposición y accesibles grandes cantidades de datos precisos y confiables sobre la movilidad urbana, que estén en formato interoperable para todos los participantes en el espacio de datos, permitiendo así el análisis de datos, el uso de inteligencia artificial y tecnologías en la nube. Todo esto con el objetivo de acelerar la transición hacia una movilidad europea inteligente y sostenible, mejorando también la seguridad vial y ferroviaria, reduciendo los costos de transporte y optimizando la gestión logística.

Se trata de programas que cada vez más apuntan a aprovechar, por ejemplo, sensores inteligentes y redes distribuidas para procesar datos en tiempo real, permitiendo actividades como el frenado de emergencia en proximidad de peatones en peligro. Al mismo tiempo, los datos recogidos a nivel de tráfico y desplazamiento permiten optimizar la movilidad urbana y detectar de inmediato cualquier problema, interviniendo en el lugar exacto. Todo esto mejorando significativamente la vida de los ciudadanos europeos.

Los principales desafíos para la movilidad de mañana

El uso de espacios de datos en el ámbito de la movilidad ha sido considerado una ventaja potencial increíble desde el inicio. Ahora se trata de una realidad consolidada que muestra una gran variedad de aplicaciones prácticas y ventajas concretas. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el sector del transporte representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea, el 70% de las cuales son causadas por el transporte por carretera. Un espacio de datos de movilidad a nivel europeo puede contribuir a alcanzar el objetivo de neutralidad climática de aquí a 2050.

Sin embargo, los desafíos que el sector de la movilidad enfrenta a nivel europeo y mundial son numerosos y considerables. Ya hoy nos encontramos en una fase avanzada de un nuevo paradigma de movilidad que es digital y está cada vez más orientado a la sostenibilidad ambiental. Aquí algunos ejemplos de los desafíos que se presentan a corto y mediano plazo:

  • Intermodalidad: uno de los desafíos es crear las condiciones para el uso continuo de varios modos de transporte a través de un solo sistema integrado. Es la intermodalidad que se promueve, por ejemplo, a través del uso de servicios de Movilidad como Servicio (MaaS), que permiten la planificación y reserva de viajes desde un solo punto de acceso, utilizando distintos medios de transporte. Un ejemplo práctico de intermodalidad puede ser un viaje que empieza con un viaje en bicicleta, continúa en tren y termina con un breve trayecto en scooter eléctrico.
  • Sostenibilidad: otro desafío es garantizar que la movilidad sea lo más sostenible posible. La adopción de vehículos eléctricos es un paso importante en esta dirección, así como la promoción de modos de transporte alternativos y sostenibles, como caminar o el uso de la bicicleta. Además, es fundamental desarrollar infraestructuras para el almacenamiento y la carga de los vehículos eléctricos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte.
  • Seguridad: garantizar la seguridad vial es un desafío constante. Las tecnologías avanzadas, como los sistemas de asistencia al conductor (ADAS), la conducción autónoma y las infraestructuras inteligentes, pueden mejorar significativamente la seguridad en las carreteras. Además, la recopilación y el análisis de datos en tiempo real permiten identificar y abordar problemas de seguridad de manera proactiva.
  • Accesibilidad: hacer que la movilidad sea accesible para todos, incluidas las personas con discapacidades y las personas mayores, es un desafío clave. Esto implica no solo la adaptación de los vehículos y las infraestructuras, sino también la creación de servicios de movilidad inclusivos y personalizados.
  • Resiliencia: la capacidad de la red de transporte para enfrentar eventos imprevistos, como desastres naturales o pandemias, es fundamental. La resiliencia del sistema de transporte debe fortalecerse mediante la planificación y la implementación de medidas que permitan una rápida recuperación y adaptación a las situaciones de emergencia.
  • Innovación tecnológica: el avance tecnológico en el sector de la movilidad es constante. La adopción de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas (IoT) y el blockchain, puede transformar radicalmente el panorama de la movilidad. Sin embargo, es crucial garantizar que estas tecnologías se implementen de manera segura, ética y en beneficio de la sociedad en su conjunto.
  • Gobernanza y cooperación: la creación de espacios de datos de movilidad eficientes requiere una gobernanza clara y una cooperación efectiva entre las diversas partes interesadas, incluidos los gobiernos, las empresas privadas, las organizaciones de investigación y los ciudadanos. La colaboración y la transparencia son esenciales para el éxito de estos ecosistemas de datos.
  • Protección de datos y privacidad: la recopilación y el intercambio de grandes cantidades de datos plantean preocupaciones sobre la privacidad y la protección de datos. Es fundamental establecer marcos legales y regulaciones que garanticen la seguridad de los datos y protejan la privacidad de los ciudadanos.
  • Educación y concienciación: la transición hacia una movilidad más inteligente y sostenible requiere un cambio cultural y una mayor conciencia pública. La educación y la concienciación sobre los beneficios de las nuevas soluciones de movilidad son esenciales para fomentar la adopción y el uso responsable de estas tecnologías.

En conclusión, el espacio de datos de movilidad representa una oportunidad única para transformar el sector del transporte y enfrentar los desafíos de la movilidad del mañana. A través de la colaboración, la innovación y el uso responsable de los datos, es posible crear un sistema de transporte más eficiente, seguro, sostenible y accesible para todos.

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